Yoga y Deporte han estado siempre cerca…

Por Laura Ronco
Si Yoga se define como:
- Yoga es dirigir toda la nuestra atención hacia un objeto y permanecer en él sin distracción.
- Yoga es hacer posible lo que al principio creemos imposible.
- Yoga es sentirse en unidad con algo más grande que nosotros.
Todo lo que define el Yoga, como expuesto en las anteriores definiciones, son conceptos muy familiares a cualquier deportista, y aún más si son de alto rendimiento.
Indefectiblemente en entrenamiento o competencia, un deportista ya conoce lo que son:
- Concentración.
- Alcanzar objetivos, romper récords o realizar hazañas que creía imposibles.
- Ha experimentado sacar fuerzas sobre-humanas o sentir internamente estados de enorme conexión y plenitud más allá de lo ordinario.
“Dejarlo todo en la cancha”, acción yóguica y deportiva por excelencia.
Más allá del resultado obtenido, cuando un jugador lo “ha dejado todo en la cancha o el juego”, puede en gran medida estar satisfecho o al menos sentir un poco más de consuelo, si el resultado no fue el esperado.
Ahora, esa entrega en lo que se hace, en el Yoga tiene una vuelta más de rosca.
Según los principios del yoga, para que la práctica sea efectiva es fundamental que se lleve a cabo por un tiempo prolongado y de manera ininterrumpida. Esto es coincidente con lo que ocurre en el deporte porque es el método habitual de todo entrenamiento deportivo.
Donde el yoga abre una puerta a algo más es en hacer lo que hacemos con fe y convicción y apuntar a un objetivo deseado sólo que, desapegándonos del resultado. Aquí, a priori, podríamos pensar que estamos yendo en sentidos contrarios en las prácticas yóguicas y los deportes.
Sin embargo si se ahonda en el concepto de “entregarlo todo en la práctica a la que nos abocamos” (sea un entrenamiento, un partido, o cualquier instancia competitiva), la contradicción desaparece. En cada uno de esos eventos habremos cumplido con lograr el máximo de todo aquello que dependía de nosotros y el resultado será fruto de lo que cada uno dé, más todas las otras variables que se ponen en juego en la experiencia. Y esto es aplicable al deporte profesional o amateur y a cualquier aspecto de la vida.
Nosotros habremos cumplido con la parte que nos correspondía y eso ya debería ser un triunfo.
En todos los idiomas del mundo cuando se habla de deportes se nombra la acción como Juego: jugamos un partido, un torneo, se celebran los Juegos Olímpicos. La palabra nombra y denomina algo que a veces se pierde y es ese espíritu de lo lúdico, tan saludable para evitar las frustraciones extendidas en el tiempo, caer en espirales emocionales limitantes, y, quitar dramatismo y condimentos de muchas cosas que nada tienen que ver con el deporte y mucho de lo humano no bien conducido.
Puntos en común y complementarios de la práctica deportiva y aspectos filosóficos del yoga:
- a) Dar el máximo en cada momento, “Dejarlo todo en el campo de juego”. /
El Yoga, sostiene los principios de Abhyasa (práctica) y Vairagya (desapego del resultado). Dar el máximo de todo lo que depende de nosotros, los resultados son fruto de muchas variables que no controlamos. Esta es una manera de valorar los aspectos positivos y los esfuerzos de los atletas en momentos de pérdia de motivación o desánimo. No hay buena o mala práctica, como dijo Mahatma Ghandi:
“La práctica es un triunfo en sí misma”.
- b) Lo importante es competir (punto muy difícil en el alto rendimiento o deporte profesionalizado que está porientado a los resultados). Sin embargo resulta importante tenerlo presente. En el yoga, se aspira a vivir en un estado permanente de “Ananda” (dicha, simpatía, alegría) porque concibe que es el estado natural de todo ser humano, que está “velado” – no podemos ver con claridad. Ir haciendo camino en las prácticas del yoga nos permiten detectar qué es lo que nos impide accede a esa felicidad que ya tenemos y que ya somos. Al reconocer esos patrones hay una posibilidad de vivir las exigencies que existen en el deporte y en todo aspecto de la vida, de una manera más liviana y muchas veces más eficiente.
- c) La ética deportiva (Fair Play, Juego limpio) es totalmente resonante con la ética universal del yoga descripta minuciosamente en su libro sagrado de cabecera, los Yogasutras de Patáñjali. Algunos de estos principios de conducta coincidentes son: No violencia, no tomar lo que no nos pertenece, ser verdaderos, evitar desgaste innecesario de energía, ser limpio en nuestro comportamiento y mantener una hygiene del cuerpo, disciplina, autoconocimiento… entre otros.
Cómo puede el Yoga potenciar las prácticas deportivas?
1) Estableciendo hábitos y procesos que cada vez que queramos nos conduzcan a los estados a los que aspiramos internamente (calma, concentración, confianza, fe, fortaleza, optimismo, serenidad, auto-control).
2) Reconociendo en cada caso particular de deportes o atletas, cuáles son las necesidades específicas y brindándole las herramientas que sin lugar a dudas el yoga posee para desarrollar su máximo potencial.
3) Aplicando el principio número 1 de la práctica del Yoga: No-Violencia (ahimsa), para con los otros con uno mismo. Así se podrían evitar lesiones ocasionadas por sobre-exigencias violentas al cuerpo y la psiquis. También se podrían mejorar las relaciones entre deportistas y entrenadores, cuerpo técnico, cuerpo directivo y contrincantes.
4) Desarrollando el auto-conocimiento. Siendo el cuerpo el primer vehículo que se somete a la práctica, se lo honra, cuida y se reconocen el él las limitaciones que siempre son temporales y que nos permiten cultivar un carácter lleno de templanza.
5) Profundizando en las prácticas de relajación consciente que incrementan el registro propioceptivo y funcionan como agente reparador al inhibir estímulos nerviosos y al activar el sistema parasimpático.
Deporte y más allá del deporte…
Según definición de Wikipedia:
“El deporte es una actividad reglamentada, normalmente de carácter competitivo, que en algunos casos mejora la condición física y psíquica de quien lo practica y tiene propiedades que lo diferencian del simple juego”.
Resulta simple de comprobar que cuanta más exigencia en el entrenamiento y juego, generalmente ligada a alcanzar altos rendimientos y resultados “exitosos”, la práctica deportiva provoca en los deportistas un desgaste, y en muchos casos lesiones, que surgen como efectos colaterales indeseables pero lamentablemente muy comunes.
Una vez más el Yoga puede ayudar a evitar esas situaciones indeseadas y hacer que cualquier práctica deportiva sea sustentable en el largo plazo. Quisiéramos hacer méritos para lograr cambiar la definición de Wikipedia y que el deporte en TODOS lo casos mejore la condición física y psíquica de quien lo practica, como es indefectible en la práctica regular de Yoga que permite hacer lo que a uno le gusta o apasiona por el resto de su vida sin riesgos ni complicaciones.
Yoga: práctica física, mental y algo más…
La práctica de yoga no es meramente una practica física, de concentración y auto-control. Es en esencia una práctica espiritual con una filosofía de vida que busca una experiencia interna y una transformación personal. No es una religion porque no hay dogma obligado ni creencia impuesta. Todas los principios y prácticas son propuestas para que cada uno la someta a comprobación a través de la experiencia. Será la vivencia la que confirme los pre-supuestos y cada uno escribirá su propio libro a partir de la vivencia.
Esto hace que el yoga se convierta en el proceso y en el destino. El esfuerzo físico es el reto para nuestro carácter, nuestra voluntad y nuestra forma de vernos a nosotros mismos a través de la práctica, de allí que pueda generar un crecimiento personal.
El Yoga no promete una “cura” ni ningún resultado “exitoso” en particular. Sí es un método comprobado para mejorar nuestra calidad de vida sea cual sea el punto de partida.
El cuerpo es un vehículo para desarrollar esta práctica. Honrándolo y trabajando nuestras limitaciones cultivamos un carácter lleno de templanza. El punto cúlmine de este proceso es cuando florece el estado meditativo en cada movimiento y en la vida del día a día, no sólo en la esterilla.
El Deporte y el yoga aplicado al deporte puede ser una puerta de entrada a un universo con tantos matices como la propia naturaleza de todo ser humano, que es multidimensional y puro potencial.
Cada uno accederá por donde pueda y por lo que llame su atención. Y todos tenemos la oportunidad de descubrir el infinito particular y, eventualmente, trascenderlo.
Como lo expresan las palabras del Maestro hindú, T.K.V. Desikachar:
“El Yoga se plantea como un ejercicio continuado de atención en práctica física, respiratoria y en la vida diaria, para vencer los obstáculos a la clara percepción y desarrollar todas las potencialidades del ser humano.
La práctica del yoga debe reducir las impurezas, tanto físicas como mentales. Debe desarrollar nuestra capacidad de examinarnos a nosotros mismos y debe ayudarnos a comprender que, al fin y al cabo, no somos dueños de todo lo que hacemos”.
En esa cuota de incertidumbre y no control, de lo indefinible e inasible, radca el poder y la posibilidad de la plena realización individual en terreno de lo interno para el logro de la felicidad genuina, que tan elusiva se nos hace cuando depositamos la fuente de nuestro bienestar en objetos o logros en el campo de la materia y resultados que satisfagan nuestros anhelos y expectativas.